La bechamel es una salsa clásica de la gastronomía que se utiliza en una amplia variedad de platos. Su base es una mezcla de harina, leche y mantequilla, y puede ser utilizada como acompañamiento o como parte fundamental de recetas más complejas. Aunque parezca sencillo, lograr la consistencia y sabor perfectos de la bechamel puede ser un desafío. En este artículo, te enseñaremos las cantidades y medidas perfectas para preparar una deliciosa bechamel, así como algunos datos interesantes sobre su origen y duración en la nevera.
¿Cuánto tiempo puede durar una bechamel en la nevera?
Si te sobra bechamel después de prepararla, es importante saber cuánto tiempo puedes conservarla en la nevera sin que se eche a perder. En general, la bechamel puede durar hasta 3-4 días en el refrigerador si se almacena correctamente en un recipiente hermético. Sin embargo, es recomendable consumirla lo antes posible para disfrutar de su sabor y textura óptimos. Si notas algún cambio en el olor o aspecto de la salsa, es mejor desecharla para evitar cualquier riesgo de intoxicación alimentaria.
¿Qué es bechamel en castellano?
La bechamel es una salsa blanca que se utiliza en la cocina española y que se elabora a partir de una mezcla de harina, mantequilla y leche. Es una salsa muy versátil y se utiliza como base para muchas otras salsas y preparaciones. Su textura cremosa y su sabor suave la convierten en un complemento perfecto para platos como las croquetas, las lasañas o los gratinados.
¿Cuál es el origen de la salsa bechamel?
La salsa bechamel tiene sus raíces en la cocina francesa, y debe su nombre al marqués Louis de Bechamel, quien se dice que la introdujo en la corte del rey Luis XIV en el siglo XVII. Sin embargo, la receta original de la bechamel no incluía leche, sino caldo de carne. Con el tiempo, la receta evolucionó y se añadió leche para obtener una salsa más suave y cremosa.
Salsa bechamel receta original
La receta original de la salsa bechamel se elabora con harina, mantequilla, caldo de carne, sal y pimienta. Aquí te presentamos los ingredientes y cantidades necesarios para preparar una bechamel clásica:
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- 500 ml de caldo de carne
- Sal y pimienta al gusto
Para preparar la bechamel, derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Añade la harina y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea. Cocina la pasta durante unos minutos para que pierda el sabor a harina cruda. Luego, añade poco a poco el caldo de carne caliente, removiendo constantemente para evitar la formación de grumos. Continúa cocinando la salsa a fuego medio-bajo hasta que espese y tenga una textura suave y cremosa. Finalmente, sazona con sal y pimienta al gusto.
Salsa bechamel receta fácil
Si prefieres una versión más sencilla de la bechamel, puedes seguir esta receta fácil que utiliza leche en lugar de caldo de carne:
- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- 500 ml de leche
- Sal y nuez moscada al gusto
El proceso de preparación es similar al de la receta original. Derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio y añade la harina, mezclando bien. Cocina la pasta de harina durante unos minutos y luego añade la leche caliente poco a poco, removiendo constantemente. Continúa cocinando la salsa a fuego medio-bajo hasta que espese y tenga una textura suave.
Por último, sazona con sal y nuez moscada al gusto.
Consejos para lograr una bechamel perfecta
Preparar una bechamel perfecta requiere práctica y atención a los detalles. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a obtener los mejores resultados:
1. Utiliza mantequilla de buena calidad
La mantequilla es uno de los ingredientes principales de la bechamel, por lo que es importante utilizar una de buena calidad para obtener un sabor y textura óptimos. Evita las margarinas o mantequillas artificiales, ya que pueden afectar el resultado final.
2. Mezcla bien la harina y la mantequilla
Para evitar la formación de grumos en la bechamel, es importante mezclar bien la harina y la mantequilla hasta obtener una pasta homogénea antes de añadir el líquido. Esto ayudará a que la salsa espese de manera uniforme y sin grumos.
3. Añade el líquido caliente poco a poco
Para evitar la formación de grumos, es importante añadir el líquido caliente poco a poco mientras se mezcla constantemente. De esta manera, la harina se cocinará de manera uniforme y la salsa espesará de manera adecuada.
4. Cocina a fuego medio-bajo
Es mejor cocinar la bechamel a fuego medio-bajo para evitar que se queme o se pegue en el fondo de la cacerola. Esto también permitirá que la salsa espese de manera adecuada y tenga una textura suave y cremosa.
5. Sazona al final
Es recomendable sazonar la bechamel al final de la cocción, una vez que la salsa haya espesado y tenga la consistencia deseada. De esta manera, podrás ajustar el sabor según tus preferencias personales.
Preguntas frecuentes sobre la bechamel
¿Puedo congelar la bechamel?
Sí, puedes congelar la bechamel en un recipiente hermético durante aproximadamente 3 meses. Sin embargo, ten en cuenta que la textura de la salsa puede cambiar después de descongelarla, por lo que es posible que sea necesario ajustar la consistencia añadiendo un poco de leche caliente y volviendo a cocinarla a fuego bajo.
¿Puedo utilizar leche vegetal en lugar de leche de vaca?
Sí, puedes utilizar leche vegetal como alternativa a la leche de vaca en la receta de la bechamel. Sin embargo, ten en cuenta que el sabor y la textura de la salsa pueden variar ligeramente.
¿Puedo utilizar aceite en lugar de mantequilla?
Sí, puedes utilizar aceite en lugar de mantequilla para hacer una versión más ligera de la bechamel. Sin embargo, el sabor y la textura de la salsa pueden ser diferentes.
¿Qué otros ingredientes puedo añadir a la bechamel?
La bechamel es una salsa muy versátil y puedes añadir otros ingredientes para darle sabor y variedad. Algunas opciones populares incluyen queso rallado, nuez moscada, mostaza o hierbas frescas como el perejil.