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Receta de bechamel sin lactosa para intolerantes

¿Qué es bechamel en castellano?

La bechamel es una salsa clásica de la cocina francesa que se utiliza como base para muchas preparaciones. Es una salsa blanca hecha a base de harina, mantequilla y leche. La bechamel se utiliza en platos como las lasañas, gratinados, croquetas, entre otros. Sin embargo, debido a la intolerancia a la lactosa, muchas personas no pueden disfrutar de este delicioso condimento. Afortunadamente, existen alternativas para preparar una bechamel sin lactosa que sea igual de deliciosa.

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¿Cuánto tiempo puede durar una bechamel en la nevera?

La bechamel, al igual que cualquier otra salsa, debe ser consumida dentro de los 3-4 días posteriores a su preparación. Después de este tiempo, puede perder su sabor y textura original. Es importante almacenarla en un recipiente hermético en el refrigerador para garantizar su frescura y evitar la proliferación de bacterias.

Bechamel sin leche con caldo

Si eres intolerante a la lactosa pero aún quieres disfrutar de una deliciosa bechamel, puedes sustituir la leche por caldo de pollo o vegetales. El caldo le dará un sabor diferente pero igualmente delicioso. A continuación, te presentamos una receta de bechamel sin lactosa utilizando caldo:

Ingredientes:
– 2 cucharadas de mantequilla sin sal
– 2 cucharadas de harina
– 1 taza de caldo de pollo o vegetales
– Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:
1. En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla.
2. Agrega la harina y mezcla constantemente hasta obtener una pasta dorada.
3. Añade el caldo de pollo o vegetales gradualmente, sin dejar de mezclar. Esto evitará la formación de grumos.
4. Continúa cocinando la mezcla hasta que espese y adquiera la consistencia deseada.
5. Sazona con sal y pimienta al gusto.
6. Retira del fuego y deja reposar por unos minutos antes de utilizarla en tus recetas favoritas.

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Salsa blanca sin leche y con maizena

Otra opción para preparar una bechamel sin lactosa es utilizando maizena en lugar de harina. La maizena es un espesante natural que puede darle a la salsa una textura suave y cremosa. A continuación, te mostramos una receta de bechamel sin lactosa utilizando maizena:

Ingredientes:
– 2 cucharadas de mantequilla sin sal
– 2 cucharadas de maizena
– 1 taza de caldo de pollo o vegetales
– Sal y pimienta al gusto

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Instrucciones:
1. En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla.
2.

Agrega la maizena y mezcla constantemente hasta obtener una pasta dorada.
3. Añade el caldo de pollo o vegetales gradualmente, sin dejar de mezclar.
4. Continúa cocinando la mezcla hasta que espese y adquiera la consistencia deseada.
5. Sazona con sal y pimienta al gusto.
6. Retira del fuego y deja reposar por unos minutos antes de utilizarla en tus recetas favoritas.

Salsa bechamel sin leche

Si prefieres evitar la mantequilla y el caldo, también puedes preparar una bechamel sin lactosa utilizando leche sin lactosa. A continuación, te presentamos una receta de bechamel sin leche:

Ingredientes:
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– 2 cucharadas de harina
– 1 taza de leche sin lactosa
– Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:
1. En una sartén a fuego medio, calienta el aceite de oliva.
2. Agrega la harina y mezcla constantemente hasta obtener una pasta dorada.
3. Añade la leche sin lactosa gradualmente, sin dejar de mezclar.
4. Continúa cocinando la mezcla hasta que espese y adquiera la consistencia deseada.
5. Sazona con sal y pimienta al gusto.
6. Retira del fuego y deja reposar por unos minutos antes de utilizarla en tus recetas favoritas.

Preguntas frecuentes

¿Puedo utilizar otros tipos de leches sin lactosa?

Sí, puedes utilizar otros tipos de leches sin lactosa, como leche de almendras, leche de arroz o leche de avena, en lugar de la leche sin lactosa tradicional. Sin embargo, debes tener en cuenta que el sabor y la textura de la bechamel pueden variar ligeramente.

¿Puedo congelar la bechamel sin lactosa?

Sí, puedes congelar la bechamel sin lactosa en recipientes herméticos o bolsas para congelar. Sin embargo, debes tener en cuenta que la textura puede cambiar después de descongelarla y puede volverse un poco líquida. Te recomendamos consumirla lo antes posible después de descongelarla.